Artículo tomado de la columna Familia 21 del Periódico El Norte
Autor: Jesús Amaya
(16 Febrero 2014).-
En la columna de la semana pasada comentamos que no era lo mismo amar que saber amar.
En su libro Hidden Key of a Loving Lasting Marriage (Las Llaves Secretas para un Matrimonio Exitoso), Gary Smalley identifica las dos causas principales de por qué el matrimonio o una relación amorosa fracasa:
El hombre y la mujer tienen expectativas equivocadas de su pareja. El autor comenta que la mayoría de los hombres no sabe cómo amar a su mujer y hacerla feliz.
Lo peor es que el hombre no está interesado en aprender o al menos cambiar un poco. La mujer está más interesada en hacer crecer su relación. Desconocen las necesidades físicas, emocionales y sexuales de su pareja.
En otras palabras, no saben cómo amar.
En esta columna expondré algunos puntos de cómo amar a una mujer:
La mujer se ama a través del oído. Ella nunca se cansará de escuchar "te quiero" o "eres la mujer más hermosa de todo el mundo". Es común escucharlas decir "¡Viejo, tú ya no me quieres!". El hombre responde "Pero ¿por qué?".
La mujer contesta: "Porque hace 15 minutos no me dices que me adoras".
La palabra es uno de los instrumentos más vitales para hacer feliz a una mujer: susurrar en su oído, recitarles un verso romántico, tararear su melodía favorita o, simplemente, un buen piropo.
La mujer se ama a través del tacto. Ella es 10 veces más sensible al tacto que él: "Viejo, tú ya no me quieres. Ya no me tomas la manita y ya no me abrazas como antes".
Estudios indican que cuando un hombre abraza a una mujer por más de 30 segundos, ella produce oxitocina (hormona del apego emocional). Un buen regalo es darle un masaje empezando por los pies.
También se ama a la mujer al escucharla. Ella tiene una gran necesidad de comunicar sus emociones a través de la conversación. Escucharla la hace sentir que es especial.
Caballeros, los invito a sólo escuchar y no dar soluciones, solamente cuando te lo exija.
Además, la mujer se ama emocionalmente a través de puntos. Cien puntos al año es suficiente, pero, en las emociones, algunas mujeres no suman de forma literal.
Explico: Aniversario de bodas o Día de San Valentín, dos docenas de rosas de regalo. ¿Cuántos puntos valen para ellas? Solamente un punto. Y a veces restan.
¿Qué hay que hacer entonces? Separo las dos docenas de rosas y le regalo una rosa cada semana. Cada rosa vale un punto. El amor de una mujer se construye de detalles:
Una palabra bonita, una nota haciéndola sentir especial, una cena, un abrazo, un beso robado o un "Whatsapp" diciéndole que es una extraordinaria madre, esposa y mujer.
Un hombre que hace sentir a su mujer amada, especial y única la hace una mujer feliz. Les recuerdo que si la mujer es feliz, la familia es feliz.
El autor es Doctor en Educación con 23 libros sobre familia y pareja.
familia21@elnorte.com
En su libro Hidden Key of a Loving Lasting Marriage (Las Llaves Secretas para un Matrimonio Exitoso), Gary Smalley identifica las dos causas principales de por qué el matrimonio o una relación amorosa fracasa:
El hombre y la mujer tienen expectativas equivocadas de su pareja. El autor comenta que la mayoría de los hombres no sabe cómo amar a su mujer y hacerla feliz.
Lo peor es que el hombre no está interesado en aprender o al menos cambiar un poco. La mujer está más interesada en hacer crecer su relación. Desconocen las necesidades físicas, emocionales y sexuales de su pareja.
En otras palabras, no saben cómo amar.
En esta columna expondré algunos puntos de cómo amar a una mujer:
La mujer se ama a través del oído. Ella nunca se cansará de escuchar "te quiero" o "eres la mujer más hermosa de todo el mundo". Es común escucharlas decir "¡Viejo, tú ya no me quieres!". El hombre responde "Pero ¿por qué?".
La mujer contesta: "Porque hace 15 minutos no me dices que me adoras".
La palabra es uno de los instrumentos más vitales para hacer feliz a una mujer: susurrar en su oído, recitarles un verso romántico, tararear su melodía favorita o, simplemente, un buen piropo.
La mujer se ama a través del tacto. Ella es 10 veces más sensible al tacto que él: "Viejo, tú ya no me quieres. Ya no me tomas la manita y ya no me abrazas como antes".
Estudios indican que cuando un hombre abraza a una mujer por más de 30 segundos, ella produce oxitocina (hormona del apego emocional). Un buen regalo es darle un masaje empezando por los pies.
También se ama a la mujer al escucharla. Ella tiene una gran necesidad de comunicar sus emociones a través de la conversación. Escucharla la hace sentir que es especial.
Caballeros, los invito a sólo escuchar y no dar soluciones, solamente cuando te lo exija.
Además, la mujer se ama emocionalmente a través de puntos. Cien puntos al año es suficiente, pero, en las emociones, algunas mujeres no suman de forma literal.
Explico: Aniversario de bodas o Día de San Valentín, dos docenas de rosas de regalo. ¿Cuántos puntos valen para ellas? Solamente un punto. Y a veces restan.
¿Qué hay que hacer entonces? Separo las dos docenas de rosas y le regalo una rosa cada semana. Cada rosa vale un punto. El amor de una mujer se construye de detalles:
Una palabra bonita, una nota haciéndola sentir especial, una cena, un abrazo, un beso robado o un "Whatsapp" diciéndole que es una extraordinaria madre, esposa y mujer.
Un hombre que hace sentir a su mujer amada, especial y única la hace una mujer feliz. Les recuerdo que si la mujer es feliz, la familia es feliz.
El autor es Doctor en Educación con 23 libros sobre familia y pareja.
familia21@elnorte.com